Alberto Fernández, nuevo presidente de Argentina

El presidente electo Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner prestaron juramento hoy en el contexto de una Asamblea Legislativa, que fue el ámbito de una ceremonia formal en la que el mandatario saliente Mauricio Macri entregó los atributos de mando a su sucesor en el Congreso de la Nación.

Tras prestar juramento por Dios, la Patria y los Santos Evangelios, Fernández brindó un mensaje ante la Asamblea Legislativa en el que llamó a la unidad de todos los argentinos «en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social fraterno y solidario», dijo.

En una ceremonia escueta, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner juraron sus cargos, recibieron los atributos y una gran ovación de los legisladores presentes, que además entonaron las estrofas de la Marcha Peronista.

El presidente Mauricio Macri apareció sobre el estrado para entregar la banda y el bastón, no cruzó miradas con la vicepresidenta electa y, luego de cumplir con sus funciones, se retiró.

Después sí fue el momento del discurso. Durante una hora, el flamante mandatario repasó los objetivos de su gobierno. En el comienzo, hizo hincapié en la importancia de la democracia como forma de gobierno y celebró que, a pesar de mejores o peores momentos, desde 1983 todos los conflictos y crisis internas se resolvieron con «más democracia».

También llamó a la unidad nacional con un abrazo fraterno y solidario. «Fraterno porque es hora de abrazar al diferente; solidario porque es tiempo de empezar por los últimos para poder llegar a todos», agregó.

«El 10 fue el día que la Argentina toda sepultó la más cruel de las dictaduras, hace 36 años Raúl Alfonsín asumía la presidencia, nos devolvió la institucionalidad perdida, desde entonces nuestro país atravesó distintos momentos, algunos más plácidos y otros más tristes, pero siempre preservamos la institucionalidad, siempre perseveramos en el funcionamiento de la República», manifestó.

«No quiero emplear frases jactadas, ni artificiales, quiero expresar de la manera más fiel el eco de miles voces que resuenan en toda la Argentina», manifestó el presidente y llamó a «recuperar los equilibrios sociales que hoy no tenemos, es hora de abandonar el aturdimiento, ser consciente de las heridas que tenemos».

Luego, el flamante mandatario ahondó en su proyecto de gobierno, detallando sector por sector los principales ejes que guiarán su gestión. «Se aplicaron muy malas políticas económicas, que fueron determinantes para que el pueblo los descalificara en las últimas elecciones», dijo.

«Vamos a impulsar medidas económicas y sociales, que comiencen a revertir el atraso social y productivo, convocaremos a todos los sectores para un conjunto de acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia, que constituyan los cimientos para encender el motor de nuestra economía», continuó.

“Vamos a implementar un sistema de créditos no bancarios que brinde préstamos a tasas bajas”, anunció. «Estoy seguro de que todos vamos a coincidir de que llegamos a esta situación porque se aplicaron malas políticas económicas. Es fundamental recuperar la economía, no hay progreso sin orden económico”, afirmó.

“La inflación que tenemos actualmente es la más alta de los últimos 28 años. Desde 1991, la Argentina no tenía una inflación mayor del 50%. El valor del dólar pasó de 9.60 a 63 pesos en sólo cuatro años”, manifestó y agregó: “Necesitamos poder cambiar la realidad, volver a desarrollar una económica productiva».