Con Lula renace el sueño de la Patria Grande

En 1948, Perón escribió y depositó al pie de la Piramide de Mayo el “Mensaje para los jóvenes del año 2000”. Allí postulaba que “la juventud argentina del año 2000 querrá volver sus ojos hacia el pasado y exigir a la historia una rendición de cuentas”. Su mirada siempre estuvo puesta en el fin de siglo, allí donde sabía que no iba a llegar a verlo. Esta idea del “año dos mil nos encontrará unidos o dominados” referida a la unidad de la Patria Grande latinoamericana, también fue una referencia hacia lo interno, hacia la necesidad de unión del pueblo argentino detrás de un proyecto común.

Desde su visión geopolítica, y con el fin de la Segunda Guerra Mundial había llegado la «era de los continentalismos»; una etapa intermedia entre el predominio de los Estados Nacionales y el Universalismo que se impondría en el futuro.

En una carta dirigida al líder del Partido Blanco del Uruguay, Luis Alberto Herrera, Perón manifestó: «Muy hermoso sueño, pero de difícil realización… sin embargo hay que agitarlo para preparar a los espíritus al nuevo orden económico, que requiere la abolición de las naciones como entidades soberanas, entrando todas estas a formar parte del continente regido por la nación monitora». Esta es la concepción de Perón en materia de política internacional: «hay que formar los Estados Unidos de Sud América. Sólo como tales tendremos votos poderosos en los asuntos del mundo y ademas daremos un ejemplo, sobre todo a Europa, para que ese continente, que hoy parece un conglomerado de estados volcánicos, siga el ejemplo» . En 1946, Perón estaba proponiendo la unidad continental latinoamericana, como ejemplo a seguir por Europa que recién la concreto en 1986, 40 años después de esta carta a Herrera.

En 1953 Perón firmó con el presidente Ibañez de Chile el primer acuerdo para constituir una comunidad económica entre Argentina-Brasil y Chile. El 7 julio de 1953 en presencia del Presidente Carlos Ibañez del Campo, expresó : “Por ello, frente a las nuevas fuerzas de carácter económico que pretenden dominarnos, nosotros, chilenos y argentinos, retomando los antiguos ideales de O’Higgins y de San Martín, y pensando como ellos en nuestros pueblos y también en los pueblos de América, hemos decidido realizar la unión de nuestras fuerzas económicas,(…) Presentimos que el año 2000 nos hallará unidos o dominados. (…) No debemos engañarnos ante el porvenir. Ninguna clase de unión se realiza con papeles. Los pactos firmados suelen ser a veces letra muerta. Sabemos demasiado bien que detrás de nuestras firmas y aun más allá de la letra de cualquier convenio está la fuerza que representa la voluntad mayoritaria de nuestros pueblos, con una ambición insaciable de justicia, de libertad y de soberanía.”

El 11 noviembre del mismo año en una disertación ante la Escuela Nacional de Guerra, vuelve sobre la idea: “La República Argentina sola, no tiene unidad económica; Brasil solo, no tiene tampoco unidad económica; Chile solo, tampoco tiene unidad económica; pero estos tres países conforman en el momento actual quizás la unidad económica más extraordinaria del mundo entero, sobre todo para el futuro, porque toda esa inmensa disponibilidad constituye su reserva. Estos son países reserva del mundo.” (…) Si subsistiesen los pequeños y débiles países, en un futuro no lejano podríamos ser territorio de conquista como han sido miles y miles de territorios desde los fenicios hasta nuestros días”. En este discurso, explicaba también las dificultades que habia tenido su amigo el Presidente Getulio Vargas con sectores internos brasileños aliados a los Estados Unidos que se negaron a firmar el acuerdo.

En entonces embajador argentino en Brasil Juan Cooke escribió: » El Presidente Getúlio Vargas siempre ha sido favorable a nuestro país y a sus autoridades. No obstante, nunca pudo desarrollar una política práctica en este sentido puesto que por las modalidades locales, sus directivas tienen una eficacia relativa. Las verdaderas funciones dirigentes vienen siendo ejercidas por el Parlamento y por la prensa mientras que, dificultando aún más el problema, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha estado durante los primeros años de su presidencia en manos de un declarado enemigo de nuestro país…”

El Papa Francisco y el sueño de la Patria Grande

Setenta años después el Papa Francisco respondía al periodista Hernan Reyes Alcaide : “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos con muy poco y no iremos a ninguna parte. Seria un callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos, y dependientes de los grandes poderes mundiales.”

En la Evangelii Gaudium, Francisco desarrolla los cuatro principios para la construcción de un pueblo. El cuarto :“El todo es superior a la parte” aplica directamente a los procesos de integración : “El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad”. A diferencia de la globalización que tiende a la hegemonía económica social y cultural, la idea de integración poliedrica respeta y suma al todo las particularidades de cada pueblo.