La ETON tiene bajo la lupa a los micros de larga distancia

Tras una seguidilla de accidentes de colectivos de larga distancia, las empresas perdieron la confianza de los usuarios, quienes consideran que no se realizan suficientes controles sobre los vehículos y los conductores. Sin embargo, en el ámbito local, la Estación Terminal de Ómnibus de Neuquén (ETON) es el escenario donde se inspecciona desde el estado del tapizado de los asientos hasta las condiciones de las cubiertas.

El martes pasado se registró el último siniestro mortal, cuando una unidad de la firma Vía Bariloche, que viajaba de Miramar a General Pacheco (Provincia de Buenos Aires), volcó en el camino, presuntamente por la falta de descanso de uno de los choferes. En el accidente murieron dos personas y hubo más de treinta heridos, entre ellos cuatro de gravedad.

Según comentaron, los gobiernos municipal, provincial y nacional solo pueden inspeccionar a las empresas que tienen habilitación para operar dentro de sus jurisdicciones.

En la ciudad hay una excepción, la Municipalidad y la CNRT firmaron un convenio de cooperación en 2018 para realizar los exámenes psicofísicos de los choferes. A través de estos operativos, a pocos días de su puesta en funcionamiento, lograron identificar 12 casos de trabajadores que necesitaban descansar antes de volver a emprender viaje.

Los controles vehiculares son periódicos y en profundidad. «La CNRT chequea desde las cuestiones administrativas hasta las de seguridad», puntualizó una de las fuentes consultadas.

Esto incluye una revisión de las cubiertas y las luces; una inspección de los interiores para garantizar que los cinturones de seguridad funcionen correctamente, que los martillos rompecristales estén sujetos a las paredes y que los asientos estén en perfectas condiciones (tapizado y sistema de reclinación); y, por último, revisan el tacógrafo para saber si el micro respetó las velocidades permitidas.

Además, los inspectores también se fijan que el vehículo esté limpio y que cuente con la verificación técnica vehicular (VTV) y los seguros obligatorios.

En el caso de que se detecte una falla en una de las unidades, se toman medidas para proteger a los usuarios. «Si hay una cubierta lisa, se la tienen que cambiar. Si un asiento tiene el tapizado roto, no se permite que nadie viaje ahí. Si no tiene VTV, se retiene el vehículo», precisaron a este medio. La CNRT es la que pone las multas en caso de infracción y certifica que se subsane la situación.

En cambio, si se identifica que uno de los choferes no está en condiciones de viajar, se lo aparta temporalmente hasta que se recupere y es reemplazado por un compañero.

FUENTE; LMN Neuquen