La joyita que le da goles a Cipo y de noche trabaja de recolector de residuos
Nunca nadie le aseguró que sería fácil, pero el empuje constante y la perseverancia de Enzo Aqua Romero merecen un final feliz.
Delantero y cipoleño del barrio Santa Clara, vistió la camiseta de San Martín en sus inicios, la de La Amistad cuando le tocó llegar a primera y desde hace dos años la de Cipolletti.
La llegada al club grande de la ciudad lejos estuvo de posicionarlo económicamente. Es uno de los jóvenes con contrato AFA, pero no alcanza para su ritmo de vida, que a los 22 años tiene a una hija de 3 como responsabilidad máxima.
Mía es, en parte, responsable del trajín del goleador. Las jornadas matinales en La Visera son solo el comienzo de un día por demás extenso para la joven promesa. Desde hace un año y medio trabaja en el servicio de recolección de basura de la ciudad, como empleado municipal.
«Jugar al fútbol es lo que más me gusta y uno sueña con pegar el salto y vivir de esto, pero no alcanza. Yo estoy orgulloso de mi trabajo porque me permite entrenar y por las tardes estar con mi hija», dijo.
La alta competencia no sería compatible con el día a día de una de las mayores joyitas que hoy tiene el Albinegro, que no se queja y nada pide a cambio. «Es mi trabajo. Mis compañeros me preguntan cómo hago para acostarme a las 3 y a las 7 estar entrenando con ellos, pero el cuerpo se acostumbra a todo, lo aseguro», confió con una sonrisa. «Para cambiarlo, debería ser algo que me permita seguir jugando, y no es fácil. No he pedido nunca nada, porque uno no quiere molestar», concluyó con suma humildad.