Parricidio en Zapala: aún no se probó la violencia familiar

El macabro parricidio de Zapala, en el que dos hermanos, de 21 y 27 años, asesinaron al padre y lo decapitaron en plena calle del barrio Zona II, tiene todavía elementos que la fiscalía debe esclarecer, como por ejemplo la versión que da la familia sobre la violencia que ejercía la víctima, cosa que todavía no está probada.

Los hermanos Matías y Fernando Jara están acusados de homicidio agravado por el vínculo por el crimen de su padre, Orlando Jara (51). «A partir de los elementos que hemos reunidos la autoría del crimen estaría prácticamente resuelta, pero resta establecer el rol que tuvo cada uno en el hecho», explicó la fiscal Sandra González Taboada en diálogo.

El brutal homicidio ocurrió en plena calle el domingo a la mañana, cuando los jóvenes lo persiguieron al padre, le pegaron con una barreta en la cabeza, luego le asestaron dos puñaladas en el corazón, lo decapitaron y le dejaron clavado en cuchillo en el cráneo que quedó apoyado en la zona del estómago del cadáver que yacía sobre la calle de tierra.

Las elementos para dar muerte fueron secuestrados y están siendo peritados junto a prendas de vestir y distintos pruebas biológicas y genéticas que se recolectaron en la escena del crimen.

Violencia familiar

La familia Jara declaró que vivían en un contexto de violencia permanente que ejercía el hombre hacia todos los integrantes del hogar.

“Vivimos mucha violencia, nos pegaba a nosotros y a mi mamá. Nos decía que nos iba a matar a todos. Siempre que tomaba, nos golpeaba. Era despertarnos a los golpes. Con Fernando y Matías era peor”, detalló Diego Jara, uno de los hermanos, que ya no vivía con ellos.

Los relatos de horror dentro de esa familia se multiplican y los vecinos del barrio los replican. Algunos afirmaron que Orlando era un buen tipo cuando estaba sobrio.

«Se ha requerido información a distintos organismo para corroborar los dichos de la familia sobre la violencia que sufrían, esto es sumamente importante, pero por ahora no está probado y estamos a la espera de los informes», confió Taboada.

Matías y Fernando Jara, tras ser acusados del parricidio, quedaron detenidos con prisión preventiva porque la fiscalía entendió que había riesgo de entorpecimiento de la investigación, ya que hay testigos presenciales del crimen que son sus vecinos.

Lo cierto es que la preventiva se sostiene, pero cambió la modalidad a domiciliaria, es decir: están en una casa, que no es donde vivían, para evitar que mantengan contacto con testigos.

«Quedaron en la casa de un familia amiga y no pueden salir de esas vivienda por ningún motivo. De hecho la dueña de casa me llamó para consultarme todo lo que debe tener en cuenta porque quieren respetar la ley», detalló la fiscal.

El parricidio ocurrió en Zapala el pasado domingo

El parricidio ocurrió en Zapala el pasado domingo