Proyecto Dino, una puerta a la prehistoria

Todo comenzó con el hallazgo de restos fósiles en el yacimiento Génesis, sobre la costa norte del lago los Barreales, por parte de un incansable grupo de paleontólogos y especialistas bajo la dirección de Jorge Calvo, quienes realizaban trabajos de campo en el lugar.

El 13 de febrero del 2000, los científicos descubrieron el yacimiento que se encuentra dentro de las tierras que son propiedad de la comunidad mapuche Paynemil, por lo que a partir de una serie de descubrimientos, siguieron explorando la zona en busca de más restos hasta que hallaron tres vértebras del cuello de un enorme dinosaurio.

Fue un trabajo intenso que tuvo muchas complicaciones por la falta de recursos que financiaran la investigación, especialmente durante la crisis del 2001. Sin embargo, gracias a la perseverancia y el entusiasmo que generaba cada nuevo hallazgo, el trabajo comenzó a rendir sus frutos.

En marzo del 2001, la empresa Duke Energy, por iniciativa propia, decidió apoyar el proyecto de investigación, y el 25 de enero de 2002 comenzó finalmente la excavación de la que participaron 25 personas, entre profesionales, estudiantes y técnicos, hasta lograr el rescate del Futalognkosaurus dukei, un dinosaurio saurópodo titanosauriano de 30 metros de longitud y unas 50 toneladas de peso, que vivió a finales del período cretácico.

Un parque

A partir de este y otros descubrimientos científicos, en la zona se instaló un parque geopaleontológico, denominado Proyecto Dino, que se convirtió en una dependencia de la Universidad Nacional del Comahue y una escuela de campo para alumnos de la carrera de Geología, además de un atractivo para el público en general.

Se trata de un paseo guiado donde hay 15 estaciones externas y 25 internas, con fósiles originales y réplicas de dinosaurios que son reproducciones en vida.

Educación

Además de la difusión de contenidos científicos y las investigaciones que se realizan a diario, Proyecto Dino tiene también el objetivo de aportar un plan educativo para alumnos de escuelas primarias y secundarias de la provincia de Neuquén.

Las visitas, de dos horas y media a tres horas de duración, incluyen a un guía que les explica a los chicos cómo son las distintas formaciones rocosas que existen en la zona y cómo un organismo pasa al estado fósil, y hace una reconstrucción de cómo era la vida de los animales en la región hace 90 millones de años.

También les explica las técnicas de preparación de fósiles en el laboratorio y les muestra las colecciones del Museo de Geología y Paleontología, donde hay 25 exhibidores con material original y réplicas de los hallazgos más importantes realizados durante los últimos 30 años en la Norpatagonia.