San Martín: panaderías se organizan y reparten pan gratis

«San Martín, tu no estás solo», es el lema que un par de amigos panaderos utilizaron para ayudar a sus vecinos más afectados por la cuarentena obligatoria, impulsada por el gobierno nacional a raíz del avance del COVID-19 en el mundo. Ellos propusieron la idea de hacer 70 kilos de «pan solidario» por día para repartirlos de forma gratuita.

Gustavo Leyba y Cristian Rodrigo Becerra comparten muchas cosas. Además de ser amigos y panaderos, ambos decidieron llevar a cabo una campaña solidaria para enfrentar a la crisis que está azotando a todo el mundo, pero principalmente a San Martín: «Lo que hacemos, lo realizamos sin esperar nada», aseguraron al medio local Lácar Digital.

Es que por la cuarentena, muchos vecinos que viven de «changas» y así logran llevar dinero a sus hogares a diario, hoy no pueden hacerlo. A ellos se le suman familias vulnerables sin ningún tipo de sustento.

«Hay gente que padece mucha necesidad acá en San Martín de los Andes, entonces Gustavo percibió esto y propuso esta gran idea», describió Cristian y desarrolló: «Ya se están sumando otras panaderías», marcando el pensamiento acertado de su amigo y colega.

En la actualidad, el sistema de la producción y el reparto es el siguiente: un local por día hace los 70 kilos, y luego Desarrollo Social es quien lo recoge y se encarga de su distribución.

Esta movida solidaria comenzó con las panaderías «El Trigal» y «Delicias de la Patagonia», y se fueron sumando Suyai, Florentino, La Ensaimada, Don Quijote, El Alba, El Naranjo, Epuguenei, La Modelo, Entre Mesas, El Rey del Pan, Thalía y Franchesco.

Cada día una panadería se encarga de la producción y entre el Municipio y órganos competentes se responsabiliza de determinar a qué familia será entregada y cuánto será la ración que le corresponde.

Se espera que en el correr de los días y del aislamiento obligatorio, más panaderías y otras empresas se sumen a esta contribución voluntaria, como lo hizo Becerra, quien concluyó: «Nadie está exento de nada, y a mi tampoco es que me sobra el pan, peleo día a día como todos y la verdad eso me llena el corazón y me da satisfacción junto a mi familia, porque lo hacemos sin esperar nada».