Sigue el mercado de murciélagos, pese al riesgo sanitario en china
China, país donde se originó la pandemia por coronavirus, parece no haber aprendido la lección. Los llamados mercados «húmedos», donde se venden animales vivos que son sacrificados en el lugar y que se investiga si son donde comenzó a circular el COVID-19, reabrieron este fin de semana, desestimando así la experiencia de Wuhan, donde se inició la infección en noviembre pasado.
Bastó con que el gobierno decretara el fin de la etapa más aguda de la emergencia por el virus, para que estos controvertidos centros de comercialización retomaran su actividad «sin ningún intento aparente de elevar los niveles de higiene para prevenir un futuro brote», según consignó un corresponsal del diario británico Daily Mail cuyo nombre se mantiene a resguardo.
«Perros y gatos aterrorizados hacinados en jaulas oxidadas. Murciélagos y escorpiones puestos a la venta como medicina tradicional. Conejos y patos sacrificados y desollados uno al lado del otro en un suelo de piedra cubierto de sangre, suciedad y restos de animales», describió el enviado que ha tomado fotografías para documentar cómo miles de clientes acudían en masa a un amplio mercado cubierto en la ciudad de Guilin, al suroeste de China.