Una historia reciente de las retenciones al petróleo

El precio del petróleo, con sus vaivenes, siempre fue fruto de discusión política. Los años 2008, con el boom de los precios, y el 2016, con el desplome, estuvieron marcados por negociaciones entre empresas, gobierno nacional y provincias.

La historia reciente nos ubica en 2002, después del estallido económico, político y social de diciembre de 2001. El presidente interino Eduardo Duhalde aplicó una serie de medidas para sacar del default al país, entre ellas la polémica pesificación de los ahorros en dólares. Así, determinó el primer desacople de los precios del petróleo con las referencias internacionales en la búsqueda de captar dólares a través del petróleo. Los derechos a la exportación o retenciones se establecieron en 20%.

Luego llegaría a la presidencia Néstor Kirchner, quien ratificó el esquema de retenciones y elevó la apuesta a un 25%. En aquella época, el precio del petróleo crecía cada vez más. En la Argentina, le hacía competencia a la soja como commodity generador de divisas.

La provincia más atenta a estos movimientos en la política era Chubut, que llegó a exportar el 40% de su producción pero con los sucesivos cambios en la industria ese porcentaje se achicó cada vez más. La apuesta para 2020 es que Vaca Muerta pueda seguir ganando en productividad para atraer más inversiones y explorar la veta exportadora para el shale oil neuquino.

Antes de dejar la Casa Rosada, Kirchner firmó la resolución 394/2007: se creaban las retenciones móviles. Las petroleras ganaban 42 dólares por barril, la diferencia con los valores internacionales -había tocado 140 dólares- quedaba para el gobierno nacional. En uno de sus considerandos, la normativa señalaba que «el Estado nacional debe procurar captar las rentas extraordinarias que se generan en diferentes sectores de actividad, en especial cuando se trata de recursos naturales no renovables».

Tras varias negociaciones con las operadoras, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aplicó el programa Petróleo Plus. Las empresas que tuvieran récords de producción y recuperaran reservas a través de exploración, con lo cual podían reclamar certificados de crédito fiscal. Cuando en 2010 se ratificaron el precio de corte de 42 dólares, se lanzó Petróleo Plus 2.

El 16 de abril de 2012, Fernández de Kirchner anunció la expropiación de las acciones de Repsol para que YPF quede bajo el mando del Estado nacional. El objetivo era darle una nueva impronta a la compañía, tras las quejas de la española no cumplía con objetivos de producción y exploración, llevando sus reservas y recursos -como los de la entonces inexplorada Vaca Muerta- a la bolsa para mejorar el precio de sus acciones.